“El cambio de escala es a veces una cuestión de supervivencia. Primero vemos la montaña y luego dibujamos una línea en el mapa. Así, línea a línea, formamos la cordillera que no podemos abarcar con los ojos y, solo a través del ejercicio de la reducción, somos capaces de trazar un camino, tal vez, también, de transitarlo. De todo lo que nos importa y no comprendemos terminamos por dibujar un mapa, alterando al hacerlo el verdadero tamaño de nuestra ignorancia.”

lunes, 4 de agosto de 2008

El verano de Alejandría

Os dejo un fragmento de uno de los libros del "Cuarteto de Alejandría", de Lawrence Durrell. Justine. En el Cuarteto, "descubrimos, por ejemplo, que quien se creía apasionadamente amado es tan sólo un instrumento indiferente. O que la más peculiar e intensa pasión se halla en un matrimonio “infiel”. O que una devoradora de sexo es, en realidad, un espíritu hambriento de sentido que se entrega difícil y excepcionalmente, y precisamente por eso concede su cuerpo sin darle importancia alguna."

Notas para un paisaje… Largas modulaciones de color. Luz que se filtra a través de la esencia de los limones. Polvo de ladrillo suspendido en el aire flagrante, y el olor del pavimento caliente recién regado. Nubes livianas, al ras del suelo, que sin embargo rara vez tren lluvia. Sobre ese fondo se proyectan rojos y verdes polvorientos, malva pastel y un carmesí profundo y diluido. En verano la humedad del mar da una leve pátina al aire. Todo parece cubierto por un manto de goma.

Y luego, en otoño, el aire seco y vibrante, cargado de áspera electricidad estática, que inflama el cuerpo bajo la ropa liviana. La carne despierta, siente los barrotes de su prisión. De noche una prostituta borracha camina por una calle oscura, sembrando los fragmentos de una canción como si fueran pétalos. ¿Fue allí donde escuchó Antonio los acordes arrobadores de esa música sublime que lo impulsó a entregarse para siempre a la ciudad que amaba?

Los cuerpos hoscos de los jóvenes inician la caza de una desnudez cómplice, y en esos pequeños cafés a los que solía ir Balthazar con el viejo poeta de la ciudad, los muchachos, nerviosos, juegan al chaquete bajo las lámparas de petróleo y, perturbados por el viento seco del desierto –tan poco romántico, tan sospechoso-, se agitan y se vuelven para mirar a los recién llegados. Les cuesta respirar y en cada beso del verano reconocen el sabor de la cal viva.

He venido a reconstruir piedra por piedra esa ciudad en mi mente, esas provincias melancólicas que el viejo veía llenas de las “ruinas sombrías” de su vida. Estrépito de los tranvías estremeciéndose en sus venas metálicas mientras atraviesan la meidan color de yodo de Mazarita. Oro, fósforo, magnesio, papel. Allí nos encontrábamos a menudo.

En verano había un tenderete abigarrado donde a ella le gustaba saborear tajadas de sandía y sorbetes de colores brillantes.

Naturalmente, llegaba siempre un poco tarde, de vuelta quizá de una cita en una habitación oscura en la que yo trataba de no pensar, tan frescos, tan jóvenes eran los pétalos abiertos de la boca que caía sobre la mía para saciar la sed del verano.

Quizás el hombre a quien acababa de abandonar rondaba aún en su memoria, quizás persistía aún en ella el polen de sus besos. Pero eso importaba muy poco, ahora que sentía el leve peso de su cuerpo apoyando su brazo en el mío, sonriendo con la sinceridad generosa de los que han renunciado a todo secreto. Era bueno estar allí desmañados, un poco tímidos, respirando agitadamente porque sabíamos lo que cada uno esperaba del otro. Los mensajes se transmitían prescindiendo de la conciencia, por la pulpa de los labios, por los ojos, por los sorbetes, por el tenderete abigarrado. Permanecer allí alegremente, tomados de los meñiques, bebiendo la tarde profundamente olorosa a alcanfor, como si fuéramos parte de la ciudad…


En la foto, Venecia, y su ropa tendida.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

No he leído el libro, pero si es así todo dímelo, que voy corriendo a buscarlo. Transmite una sensualidad brutal, esos colores, mezclado con el frescor de los alimentos, sientes hasta el aire...Me encanta, despierta todos los sentidos.
Aunque no nos veamos, te sigo desde aquí, un beso!!!

Amaterasu dijo...

No es muy fácil de encontrar, es un libro de 1957... ya, la descripción es perfecta... quien no huela los limones... no será porque no se lo pongo fácil, jaja. La verdad es que me lo acabo de empezar. Yo solo tengo dos libros del cuarteto, ya te digo, no es sencillo encontrarlos, pero a ver si completo la colección. Ya te diré cuando lo acabe, pero tiene buenísima pinta...
Gracias por seguirme desde aquí! Estoy aburridísima! estoy de guardia en el despacho, no hay nadie, ni en Madrid, ni en el despacho, ni en ningún lado... y hasta el 15 no tengo vacaciones. Iré por Málaga, así que espero verte! hasta entonces nos encontramos en la cueva! un besote!!!

Herodes Antipas dijo...

Voy a intentar buscar el libro en cuestión. Tiene buena pinta, es verdad... Y no te me aburras, que ya verás lo prontito que llega el 15 y te puedas ir de vacas, a descansar...
Un fuerte abrazo...

Funambulista 2.0 dijo...

Yo me leí el primero, Justine, en clase de literatura inglesa, y es magnífico. Si os defendéis en inglés, leerlos en versión original, que todavía gana mucho más. Me quedan los otros tres... a ver si este verano saco un poco de tiempo y me termino la saga!

David Baz dijo...

Es una pena no poder hacerte un comentario con más esencia, pero no he leído ninguno de los cuatro libros.

Realmente tiene muy buena pinta. Me recorreré todas las tiendas de libros de segunda mano (porque ahí suelo encontrar los libros más complicados) a ver si encuentro algo… alguna joyita.

Thiago dijo...

El Cuarteto de Alejandría fue una obra considerada pornográfica en su época, al menos en España, no? En mi casa tenemos juste este: Justine. La verdad es que es una maravilla, genial escrito y lleno de sensualidad....

Un bezos

Taitra dijo...

Los buscaré, a ver si consigo los 4 para leer cuando tenga vacaciones. Yo tampoco estoy de vacances todavía, hasta el día 12 nada...asi que yo te acompaño en el sentimiento.Mucho ánimo!!!!

Amaterasu dijo...

* Justine (1957)
* Balthazar (1958)
* Mountolive (1958)
* Clea (1960)

Ésas son las cuatro novelas. Yo tengo las dos primeras (para futuros regalos, jejeje, es coña). Los que viváis en Madrid, creo que los podéis encontrar en la Fnac.

Félix Amador dijo...

Lo anoto en mis proyectos de lectura, que no veas cómo se acumulan. En fin, el verano es largo. Todo se andará.

Un beso.

chimeneaverde dijo...

Yo lo encontré sin problemas en la biblioteca, y si no recuerdo mal, el primer volumen llegó a mis manos porque venía en una colección de clásicos con el diario "El País". Me enganchó. saludos.

Anónimo dijo...

qué son las vacaciones? me han hablado de ellas, pero creo que son solo una leyenda... :)

al

Amaterasu dijo...

chimenea... bienvenida a la cueva y gracias por el dato!

al... pues creo que las vacaciones es eso que pasa cuando no tienes que hacer traducciones de inglés sin parar. al: ai cink dad jolideis is dad japens güen yu dont jaf tu du transleiters of inglis güizaut estoping.

Anónimo dijo...

zancs a lò, mai frien! nau, ebricín is cliar in mai maind...

jaueva, i nid jolidais not to dai or quil mai ticher

:D

al