Él se recorría la ciudad buscándola sin saber dónde vivía.
Ella se quitaba la mascarilla del pelo,
él se preguntaba qué estaría haciendo.
él estudiaba filosofía.
Él la puso al borde del infarto cuando le dijo que la iba a besar.
Ella tenía miedo y no estaba preparada para volver a equivocarse.
Ella decía frases categóricas que ni siquiera se había planteado,
él las repetía en tono irónico y se iba a casa a las 7.
A él le gustaba su vestido.
A ella le gustaba su forma de caminar, su inteligencia, su manera de mirarla y sus manos.
Él vomitaba esfuerzos y se cansaba,
ella no daba opciones y huía con los ojos, las palabras y los gestos.
Él saltaba al centro y le tendía la mano.
Ella no apartaba la vista de la cuerda circular.
Él era inmenso en soluciones, en querer vivir y amar.
Ella bailaba con miedo, soñaba con miedo, trabajaba con miedo, pensaba con miedo, caminaba con miedo, vivía con miedo.
Él quería sol.
Ella quería lluvia.
Ella imaginaba.
Él se daba ala oportunidad de realizarlo.
Él se marchó.
Ella se fuma un cigarro en la ventana con la mirada en ninguna parte…