“El cambio de escala es a veces una cuestión de supervivencia. Primero vemos la montaña y luego dibujamos una línea en el mapa. Así, línea a línea, formamos la cordillera que no podemos abarcar con los ojos y, solo a través del ejercicio de la reducción, somos capaces de trazar un camino, tal vez, también, de transitarlo. De todo lo que nos importa y no comprendemos terminamos por dibujar un mapa, alterando al hacerlo el verdadero tamaño de nuestra ignorancia.”

martes, 12 de mayo de 2009

Qué profundo y sin domar

Cuando las historias señalan canciones y las canciones reviven historias, lo que se cuenta no forma parte de una vida, sino de muchas. Y los impulsos no pueden guardarse, han de convertirse en materia.

Me da la sensación de que Antonio Vega también tenía una cueva, inmensa, mucho más grande que la mía, de la que nunca pudo ni quiso salir. Ojalá todos fuéramos capaces de adaptarnos a los golpes de la misma manera. A pesar de ello, al igual que la tristeza crea grandes poetas, las abolladuras en la piel y en el espíritu crean grandes canciones.

Porque lloraste con algo que contó en lo que veías una parte de ti, lloras aunque no lo conozcas, aunque tengas solo un disco apilado entre muchos. Y de vez en cuando, en las tardes de mirar por la ventana, te da por poner “El sitio de mi recreo”. Desde aquí mi profunda admiración. Los compositores como él con sus letras hacen muchísimo más que música. Construyen, destruyen y reconstruyen almas.
Esta canción es un soneto de otro Antonio.


A trabajos forzados me condena
mi corazón, del que te di la llave.
No quiero yo tormento que se acabe,
y de acero reclamo mi cadena.

No concibe mi alma mayor pena
que libertad sin beso que la trabe,
ni castigo concibe menos grave
que una celda de amor contigo llena.

No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.

Que ningún juez, declare mi inocencia,
porque, en este proceso a largo plazo,
buscaré solamente la sentencia
a cadena perpetua de tu abrazo.

No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.
Que ningún juez, declare mi inocencia


martes, 5 de mayo de 2009

“pido las nubes que alientan mis poemas”,

ha dicho Javier Álvarez en la presentación de su último disco, “Guerrero Álvarez”. 


…. Y hoy creo que con esta frase ya está todo dicho