Lo que le dijo Marta a Guillermo:
Recorrimos todas las calles de Madrid, cogimos tu coche, hicimos el amor, poblamos las noches de estrellas y sueños. Gritamos, corrimos, caminamos juntos, cantamos, regresamos a ser quienes éramos una vez, quienes se conocieron cuando tuvieron tiempo. Sabía que lo harías, que no dejarías de hacerme la vida bonita. Que reír es lo principal y ser feliz una obligación y no solo un derecho. Intenta escuchar la voz de tu corazón. Háblame del mundo, de la felicidad. Cuéntame un cuento. Cógeme de la mano mientras me desnudas, y mírame a los ojos. Vuela conmigo. Las cosas que mercen la pena no son fáciles...
5 comentarios:
No, las cosas que merecen la pena no son nada fáciles. Es más fácil huir y llorar en este mundo plagado de tragedias y dificultades. Por eso la risa y la felicidad son bienes escasos y... en alza.
Besos
Hola¡,hay veces que posteas de tal manera que los comentarios sólo pueden desvirtuar el post.Así que me voy a callar y no meter la pata ^^.Besos
Me ha encantado este post, sobre todo porque me recuerda a situaciones que he vivido y que espero seguir viviendo. Hay que vivir intensamente la vida y disfrutar de esos momentos únicos y especiales, que cuando nos hagamos viejos nos arrepentiremos... besos
Guillermo, si al fin logró su miedo a volar -volar, a veces, no es fácil-, fue afortunado. Tuvo suerte, esa suerte que no depende del azar, sino de la determinación por hacer algo que merece la pena.
Besos.
Las cosas que merecen la pena no son fáciles, el amor no dura eternamente, pero qué dentro nos llegan algunos momentos.
Has hecho una lista realmente maravillosa.
Publicar un comentario