“El cambio de escala es a veces una cuestión de supervivencia. Primero vemos la montaña y luego dibujamos una línea en el mapa. Así, línea a línea, formamos la cordillera que no podemos abarcar con los ojos y, solo a través del ejercicio de la reducción, somos capaces de trazar un camino, tal vez, también, de transitarlo. De todo lo que nos importa y no comprendemos terminamos por dibujar un mapa, alterando al hacerlo el verdadero tamaño de nuestra ignorancia.”

jueves, 5 de agosto de 2010

Un tiempo


 

Este sábado, por fin, me voy de vacaciones. Estoy muy muy cansada. Aunque en vacaciones no descanso mucho porque ando de arriba abajo visitando familia, hay demasiadas cosas que nunca dejo (y creo que nunca dejaré de echar de menos). Me reconfortan las voces, los olores, el tacto… Es como una regeneración, un regreso necesario. Sé que estos meses tengo el blog muy abandonado, que escribo poco y rápido, que ya no queda ni rastro de las primeras entradas…. Lo sé. La cueva no esta pensada para ir disminuyendo, y, sin embargo, a duras penas se mantiene en pie. Nunca me ha gustado decaer, prefiero abandonar antes de morir. Sin embargo, hay algo que me mantiene aquí. No he preparado nada para el tiempo que no voy a estar, pero lo he hecho a propósito. La cueva también se va de vacaciones. En septiembre ella y yo decidiremos si sobrevivimos o nos retiramos a tiempo.

 

Cuidaos y sed felices. Mil besos a todos los que aún me siguen leyendo y opinando sobre mis entradas... Nos veremos cuando vuelvan el otoño y las mariposas